I approached led by an indescribable attraction. I knew that we were supposed to be nothing but all the same we were just like two opposite poles; I couldn't help go there, be there, go to him. Though I was strong enough to stick to my plan when the temptation came. He left, I stayed.
I did what I had to do yet right after I was full of regret, with an ache that kept me suspended in the middle of the street.
All of a sudden I felt as if a gentle rain ran through my face, impulsively deciding to follow his steps. Imagining his route, I wandered through the city; I know that I've been where he has been, and I look for him in every corner.
My heart got stuck to his heart like they were two magnets, and I don't know where he is.
I still wander.
12 novembre 2008
25 août 2008
De de pourquoi lui le nôtre n'a pas fonctionné
Seamos Dramáticos.
Estudiemos todo y faltemos a la prueba. Comprometámonos para poder romper en facebook. Crucemos las grandes alamedas con luz roja.
Seamos Escandalosos.
Lloremos, gritemos y digamos barbaridades. Saltemos de un tercer piso, corramos desnudos, prendamos fuego al lugar.
Total, nadie lo nota. Total, es en nombre del amor.
Estudiemos todo y faltemos a la prueba. Comprometámonos para poder romper en facebook. Crucemos las grandes alamedas con luz roja.
Seamos Escandalosos.
Lloremos, gritemos y digamos barbaridades. Saltemos de un tercer piso, corramos desnudos, prendamos fuego al lugar.
Total, nadie lo nota. Total, es en nombre del amor.
15 janvier 2008
Ferdinand
En el mundo donde habito Ferdinand es rey.
Sus ojos potentes, su insolencia, su descuido y su espíritu rebelde hacen que Ferdinand no dé cabida al mundo para que piense lo contrario. Yo creo que lo que nos hipnotiza a todos son los colores brillantes con que viste; azul real y amarillo, color que denota su nobleza. El color blanco de su barba inspira sabiduría, que por lo demás dicen que está muy bien ganada.
A mi se me da fácil admirarlo. Yo no soy de pensamiento altivo y soy buen material para ser vasallo fiel; dicen que a los que da su favor nunca volverán a estar desamparados. Yo espero que así sea pues cuando la lluvia arrecia, ¡que difícil es llegar a los terrenos de Ferdinand!
La cuadra está repleta. Los chicos nuevos llegan desesperados a buscar un pan y un café, mientras los que han sobrevivido a más batallas simplemente esperan su turno, sentados en sus templos de cartón y piedra, colchones húmedos y tesoros de otras vidas, de otros reinos y otros mundos. Esos mundos que nos visitan cada semana bajo el hielo de la noche, armados en caridad, con un café y una hogaza de pan, ofrendas del buen extranjero.
Pero no Ferdinand, quien está en su esquina, en su castillo, desafiando con su discurso poseído por la coprolalia, ya que en todo forastero ve un invasor. Los perros van y le obedecen, los gatos se acurrucan junto a él. Su mirada hostil espanta y el se aleja unas horas de su guarida; camina mientras el circo se desvanece y luego como si nada vuelve a su esquina para enseñarnos cómo es que vive el Rey del mundo que en tiempos remotos se dice que vivió lejos, que fue doctor, que espera a sus muertos fuera del cementerio, que la botella en algun tiempo vivió alejada de su largo chaquetón, que fue caballero y que tuvo un gran amor.
Pero no ahora. Ahora es el Rey, por lo menos de noche, por lo menos en mi cuadra.
En el mundo donde habito Ferdinand es Rey.
Sus ojos potentes, su insolencia, su descuido y su espíritu rebelde hacen que Ferdinand no dé cabida al mundo para que piense lo contrario. Yo creo que lo que nos hipnotiza a todos son los colores brillantes con que viste; azul real y amarillo, color que denota su nobleza. El color blanco de su barba inspira sabiduría, que por lo demás dicen que está muy bien ganada.
A mi se me da fácil admirarlo. Yo no soy de pensamiento altivo y soy buen material para ser vasallo fiel; dicen que a los que da su favor nunca volverán a estar desamparados. Yo espero que así sea pues cuando la lluvia arrecia, ¡que difícil es llegar a los terrenos de Ferdinand!
La cuadra está repleta. Los chicos nuevos llegan desesperados a buscar un pan y un café, mientras los que han sobrevivido a más batallas simplemente esperan su turno, sentados en sus templos de cartón y piedra, colchones húmedos y tesoros de otras vidas, de otros reinos y otros mundos. Esos mundos que nos visitan cada semana bajo el hielo de la noche, armados en caridad, con un café y una hogaza de pan, ofrendas del buen extranjero.
Pero no Ferdinand, quien está en su esquina, en su castillo, desafiando con su discurso poseído por la coprolalia, ya que en todo forastero ve un invasor. Los perros van y le obedecen, los gatos se acurrucan junto a él. Su mirada hostil espanta y el se aleja unas horas de su guarida; camina mientras el circo se desvanece y luego como si nada vuelve a su esquina para enseñarnos cómo es que vive el Rey del mundo que en tiempos remotos se dice que vivió lejos, que fue doctor, que espera a sus muertos fuera del cementerio, que la botella en algun tiempo vivió alejada de su largo chaquetón, que fue caballero y que tuvo un gran amor.
Pero no ahora. Ahora es el Rey, por lo menos de noche, por lo menos en mi cuadra.
En el mundo donde habito Ferdinand es Rey.
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féminine.
Desaparecer Salir un dia Pescar las cosas O quizas Dejarlas tambien atras. Veo en los ojos de mi madre Y de todas las que han estado ...
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I approached led by an indescribable attraction. I knew that we were supposed to be nothing but all the same we were just like two opposite ...
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Desaparecer Salir un dia Pescar las cosas O quizas Dejarlas tambien atras. Veo en los ojos de mi madre Y de todas las que han estado ...
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Power is When I surrender When I see myself grand And yet so little Power is That force, that being That effect on everything ...