(Le) Blondo

Hoy se cortó el pelo. Antes su melena un poco rizada al final me distraía en reserva, creí que eso era lo que finalmente me atraía de él. Hoy he descubierto que hay algo más.
El Blondo, como le he decidido llamar, es un tipo de cabellos -ahora cortos- rubios, con cara de pelolais en potencia y seguramente de algun partido conservador. Pero no es pelolais; sus poleras de un solo color quizas muy anchas para su delgada mas no esqueletica figura me lo dicen. Además usa zapatos, no las zapatillas estelares de aquellos capitanes maravilla. Ha de estudiar ciencia politica; a principio de año tenia un bolso de una conferencia en shanghai y es por eso que le reconocia en todo lugar.

Unicamente lo he visto en aquel cuadrado verde y cemento, aquel que alberga a la fauna intelectualoide que cada dia lucha contra su propia personalidad. El se encuentra ahi, sacado de alguna facultad de derecho, desabrido, ajeno. Así es el Blondo. Usa lentes, fuma y toma café. se ríe y al parecer es popular, un lider nato: su pose y su mirada lo delatan. Él guía al grupo dondequiera que vaya.

Eso es lo unico que se de él: eso, y que estudia mucho. Yo creo que es muy inteligente, eso me dice su mirada, esa mirada que nunca se ha cruzado con la mia y a la cual no le podria importar menos. A mi tampoco me importa mucho la verdad. Me gusta observarlo, ver que hace, imaginar quien puede ser; por sus gestos y su altura de noble sospecho que le han de gustar personas bastante distintas a mi. Y no es que yo sea mala, simplemente somos distintos.

El Blondo me atrae, me hipnotiza de una manera lejana, distinta; no como un amigo, no como un amor. Se cortó el pelo hoy; y yo he decidido algo. Inventaré que él no es él que yo no soy yo, y nos imaginaré una historia juntos, tomaremos café y fumaremos un rato. Nos toparemos en la fotocopiadora del Jose, intercambiaremos miradas en reserva. Debido a las nunca bien ponderadas vueltas de la vida, todo puede ocurrir; puede que llegue a conocerlo de verdad. Pero eso será ya otra historia, el dejará de ser El Blondo y me ilusionara o desilusionara, se volverá real, con gracias y defectos. El Blondo de Humanidades tendrá nombre y apellido y su mitica figura se desdibujará tal como hoy se desvaneció aquella melena que me intrigaba tanto.

Por ahora, solo quiero que sea un sueño.